Yo soy aquel desdichado
y es tan grande mi bajeza, que después que me has comprado y tu esclavo me has llamado me quebrantas la cabeza. (El clavo) |
Escriba, escriba y comprobará
que mi nombre se lo he dicho ya. (La criba) |
Redondo, redondo,
fila por fila; quien sepa leer mi nombre escriba. (La criba) |
Mil agujeros en fila,
el que lo sepa que escriba. (La criba) |
En un cuarto me arrinconan
sin acordarse de mí pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir. (La escalera) |
Yo tengo un ángulo recto
y tres lados que me abarcan. Aunque no quieras creerlo, mi nombre completo es cuadra. (La escuadra) |
Aunque decís que soy puerta
jamás tuve cerradura ni clavos, estoy abierta, es esférica mi hechura, con dos orejas cubierta. (La espuerta) |
Tengo nombre de animal,
cuando la rueda se pincha me tienes que utilizar. (El gato) |
Nombre de ciudad tengo
y a todo el que froto algo le desprendo. (La lima) |
Con la boca aprieto muy valiente
y nunca me rompo un diente. (La llave inglesa) |
Golpe tras golpe,
clavo tras clavo, eso es lo que yo hago. (El martillo) |
Tengo cabeza de hierro
y mi cuerpo es de madera, al que yo le piso un dedo, ¡menudo grito que pega! (El martillo) |
Tengo el cuerpo de madera,
mi cabeza es de metal y mi afición verdadera: golpear y golpear. (El martillo) |
El que pinta es pintor;
yo pinto y no recibo tal honor. (El pincel) |
Soy largo y delgado,
con buena figura. Mi pelo alocado lo mojo en pintura. (El pincel) |
Es redonda, es de goma,
de madera o de metal y sale a dar una vuelta con una amiga igual. (La rueda) |
Ris, ras, ris, ras,
adelante y hacia atrás, mientras tenga que comer no dejaré mi vaivén. (El serrucho) |
Tengo dientes afilados,
que mucho brillan al sol, y aunque me falta la boca soy un feroz comilón. (El serrucho) |
Mil dientes bien en fila,
agudos y cortantes, que árboles robustos derriban al instante. (La sierra) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario