Érase una bruja enana que una noche vio pasar
en escoba a sus hermanas y un plumero fue a comprar.
Era un rey tan presumido que llamaban "Pesetón"
y a la bruja del plumero le propuso esta misión:
"Anda y acaba con la diversión,
al parque, candado, sin mas discusión.
¡Ponle candado. Ponle candado!" (¡Pum!)
Viene llegando el rey Pesetón... (pupupú, pupupú)
(le puedes tirar una cáscara de melón)
-Ábrete candado sin la bruja del plumero
que los duendes han dejado en mi parque su llavero.
Vienen magos, trovadores y también titiriteros.
El llavero ya está listo dijo el duende "Sabemás"
y después lanzó un chiflido avisando a los demás (fiufiu)
Que tareco tan gigante que lo carga solo un buey,
pero vamos adelante para destronar al rey.
A levantarle todos a la vez,
respiren profundo cuando diga "tres".
¡Manos arriba!, ¡Suban los brazos! (huyyyy)
(dieron un paso, pero al revés...
¡puchicu cuchu ay!
reguero de duendes al piso fue)
-Ábrete candado sin la bruja del plumero
que los duendes han dejado en mi parque su llavero.
Vienen magos, trovadores y también titiriteros.
Este cuento no termina porque siempre va a empezar
con la llave que imaginas cuando tu quieres pasar
y ese rey es mentecato porque le tocó perder
con figura de boniato cocinado desde ayer.
y...
-Ábrete candado sin la bruja del plumero
que los duendes han dejado en mi parque su llavero.
Vienen magos, trovadores y también titiriteros.
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